Economías del bien común

«La Nación española, deseando (…) promover el bien de cuantos la integran (…) proclama su voluntad de garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo» Preámbulo de la Constitución española.

¿Es posible encontrar nuevos modelos económicos que propicien valores distintos a los que predominan en la actualidad? ¿Valores como la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad… que conforman un orden económico y social más justo? El profesor de Economía en la Universidad de Viena, Christian Felber plantea la Economía del Bien Común como alternativa. La Economía del Bien Común se presenta como un sistema económico alternativo basado en cinco principios fundamentales: la dignidad humana, la solidaridad, la cooperación, la responsabilidad ecológica y la empatía. Felber aboga por que el dinero ocupe su rol original: «Es un medio, un instrumento; no un fin: los indicadores del éxito deben medir el nuevo objetivo final, que es el bien común». El PIB de un país no nos indica cómo vive su ciudadanía, de la misma manera una empresa que tenga beneficios no nos indica nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre lo que produce ni como lo produce. Por eso la Economía del Bien Común propone conocer  el nivel de bienestar de la población midiendo una veintena de factores sobre la calidad de vida. El resultado empresarial se debe medir por el beneficio que suponga a los ciudadanos.

Felber comenta en una entrevista que «la obligación de valorar solamente el éxito financiero y competir contra otras empresas ha provocado que la orientación de los negocios se haya desviado y encauzado hacia la máxima de los beneficios. El problema no está en el ser humano, ni en los empresarios en particular, sino en las reglas del juego. Por eso es tan grande la esperanza en que el cambio pueda producirse. Si cambiamos las reglas del juego y pasamos a medir el éxito en la satisfacción de las necesidades, en el bien común, en la calidad de vida, lograríamos que los empresarios y personas sean recompensados por otros comportamientos y estrategias. Las empresas punteras serán las que contribuyan al bien común, tengan en cuenta su entorno y las relaciones con la naturaleza.»

economia colaborativa

Sustituir el afán de lucro por la contribución al bien común, la competencia por la cooperación. Distintas herramientas colaborativas están poniendo en marcha nuevos modelos económicos y sociales basados en la ayuda mutua, la colaboración, la confianza, el respeto al medio ambiente y al futuro del planeta.

El consumo colaborativo, la financiación colectiva, la producción en código abierto, la cultura de los makers, los bancos de tiempo y las monedas sociales, las redes formales e informales de intercambio o trueque, los préstamos p2p o microcréditos… La tecnología nos abre muchas puertas y todas estas iniciativas intentan aplicarlas a la economía. Todas estas prácticas son manifestaciones de una nueva economía en la que el bien común es el objetivo.

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